Sin título, 1974. Carboncillo sobre papel. 34 x 24 cm. Colección de José Pedraza
Lucha libre. Como el que no quiere la cosa, Ariza muestra en esta obra su espíritu de lucha en su afán creativo. Una lucha desinteresada. Una lucha libre. Con pocos soldados en la batalla, eso sí: carbón y papel. Pero tan bien situados estratégicamente, que van proporcionando golpes emocionales de forma muy certera. Se inician estos a través de episodios formales que tan solo marcan el territorio a modo de leves huellas, para poco después completar el discurso denotativo con alteraciones en trazos hondos e hirientes. Golpes mortales. Acaba la batalla, ahora comienza a soñar.
RAFAEL LUCENA JIMÉNEZ Artista